A finales de los años 70, el mundo de los rallyes estaba dominado por coches relativamente pequeños y de tracción trasera, los más espectaculares, eran y son todavía, los Ford Escort MK, los Ascona, Fiat 131 Abarth, etc…

Debido al éxito de ventas del Fiat 124 a principios de los 70, Fiat comenzó a trabajar en su sucesor, y se decidió por el 131.
En 1974, se presentó el 131, al público en el 55º Salón del Automóvil de Turín. Tras el lanzamiento del modelo estándar del 131 y en cooperación con Bertone y Abarth, Fiat comenzó a trabajar en el Fiat 131 Abarth Stradale, para su uso en competición y homologarlo como Gupo 4, los fabricantes debían producir un mínimo de 400 unidades del modelo específico a utilizar en competición. A su vez, la versión de 2 puertas del 131 comenzó su vida en la fábrica de Fiat, junto con los otros modelos de producción estándar; sin embargo, una vez que se completó el chasis principal, se sacaron de la línea de producción y se enviaron al “Gruppo Bertone” para diseñar la carrocería.
Cuando se inició la construcción del 131 Abarth, Fiat había estado trabajando estrechamente con la conocida compañía de Bertone, durante más de 50 años. Para el Stradale, Bertone se encargó de diseñar los paneles, la aerodinámica utilizando materiales ligeros. Casi todas las piezas de la carrocería están construidas de fibra de vidrio, con la excepción del techo que se mantuvo original.
Cada panel fue cuidadosamente remachado y unido al chasis de acero. En comparación con el automóvil de carretera, el Abarth presentaba una gran obertura en el capó para mejorar la refrigeración del motor, guardabarros más anchos para acomodar las ruedas y los neumáticos más grandes y un alerón trasero para mayor carga aerodinámica. Todo esto, combinado con la parrilla negra y los faros cuádruples, le da al 131 Abarth Stradale, una actitud amenazadora y una imagen agresiva.

Después de la instalación de una carrocería liviana, los coches fueron devueltos a Fiat para que les colocaran las partes mecánicas de Abarth. Para los estándares de 1970, el 131 Abarth era la cima de los coches deportivos, incluso puede que más elegante que el Lancia Stratos (para gustos, colores), que había dominado las pruebas de rallyes desde principios de los 70.
El éxito del Fiat 131 Abarth, se atribuyó en gran parte a la mecánica diseñada por Abarth y a una suspensión avanzada. El motor instalado en el Abarth, era un 4 cilindros en línea, 2.0 litros, que contaba con cuatro válvulas por cilindro y un solo carburador Weber. La versión de calle entregaba 140 caballos de potencia. El de competición entregaba 240 cv.
La ventaja que el Fiat 131 Abarth, tenía sobre la mayoría de sus competidores de rallyes o de calle, era la configuración de la suspensión. Si bien la suspensión delantera independiente, no era una idea nueva, la suspensión independiente conectada a las ruedas traseras no era tan común. El Fiat 131 Abarth, contaba con brazos de control independientes tubulares, brazos de arrastre, una barra estabilizadora, resortes helicoidales y McPherson.
Comparativamente, el Ford Escort Mark 2, de la época, contaba con un sólido eje trasero y ballestas.

Dato curioso, Ford construyó un prototipo Escort, para suceder al Mk2 y lo llamó el 1700T. La configuración de los brazos de suspensión y la suspensión en ese coche son casi idénticas a las que Fiat, había instalado en el 131 Abarth.
Fiat 131 Abarth Rallye Gr. 4
Un coche hasta cierto punto delicado de pilotar, según las opiniones de sus pilotos, pero el coche creado por Fiat, para los rallyes, era potente y fiable. En España a través de Seat, varias unidades compitieron con buenos resultados.
Ese coche me cautivó, nada más verlo, y en los diferentes rallyes en los que competí, el poder disfrutar en el parque cerrado de su presencia, junto al Lancia Stratos, era un sueño hecho realidad, aunque nunca tuve la oportunidad de poder pilotar ninguno de los dos modelos.
Como comentaba anteriormente en España el Fiat 131 Abarth, fue pilotado por Salvador Cañellas, Antonio Zanini y Beni Fernandez.

Tras los títulos mundiales, conseguidos para Fiat por Marku Alen (1977 y 1978) y Walter Röhrl (1980), una época dorada para el modelo o el campeonato de España (1978), algunos pilotos declararon que era un coche delicado de pilotar. Con un potente motor, para la época, era cierto. Las quejas se centraban más en la suspensión que equipaba, que según sus pilotos no era lo mejor del coche, ya que son muy duras y eso afectaba a la direccionalidad del coche, ya que no absorben todo lo que leen las ruedas, creo que se debe a la falta de progresividad, pero en la época se creía, que cuanto más duras mejor, pero para asfalto podríamos decir que hasta cierto punto es acertado, pero en tierra, no funcionan fijo.
Historia
En esa época difícil y complicada a nivel global, Fiat desarrollaba dos líneas de trabajo, aún mantenía un equipo de Rallyes, con los 124 Sport Spyder y se adquirió Abarth con toda su estructura de competición.
El 131 se desarrolla como una berlina normal, dotado de un motor de 1297cc (65cv) o 1585cc (75cv), árbol de levas en el bloque, que acciona las válvulas mediante varillas y balancines y una caja de cuatro velocidades. Los directivos del grupo, tomaron la decisión de unir sinergias con las diferentes marcas del grupo (Fiat, Abarth, Lancia y Bertone, el encargado de diseñar las carrocerías).

Se le pidió a Abarth, que encontrase un sustituto para el 124 Abarth, con las prestaciones del Lancia Stratos. Se desarrollan varios prototipos pero finalmente se eligió el 131.
Lo aprendido por Abarth, con los 124 Abarth Rallye, durante su trayectoria deportiva, fueron aplicados a los 131. El diseño de la suspensión trasera es muy similar en ambos modelos y en el motor, se empleaba una culata de 16 válvulas, en sus inicios no eran muy fiables, se desarrollaron y más tarde ya fueron eficaces y fiables con el bloque de 2000 cc, la alimentación se confió en un sistema de inyección mecánica Kugelfischer.
Bertone produjo las 400 carrocerías, necesarias para su homologación dentro del Grupo 4, de las que 40 fueron destinadas a Abarth, para construir las versiones de Competición.

Se empleó fibra de vidrio para gran cantidad de paneles de la carrocería y metacrilato en las ventanas. Un arco de seguridad minimalista equipaba el coche. Con ello se consiguió reducir el peso del coche hasta los 973kg, en versión asfalto, 65 kg más ligero que el 131 Sport. En las pruebas de tierra, el peso se eleva a 1028kg.
Frenos de disco en las 4 ruedas de 12 pulgadas los delanteros y de 10 pulgadas con pinzas dobles los traseros, equipaba freno de mano hidráulico. La caja de cambios era un diseño robusto encargada a ZF, con dos conjuntos de relaciones homologados. Ambas de relación cerrada. También hubo ocho opciones de grupo final disponibles, que oscilan entre 6.6:1 y 3.9:1, también ZF suministra un diferencial de deslizamiento limitado.
La alimentación se confía a un sistema de inyección mecánica Kugelfischer, lo mejor de la época, así el motor de 1995cc entrega entre 205cv y 210cv, a 8000rpm, dependiendo del colector de escape y árbol de levas elegido. Con una relación de compresión de 8:1, Abarth recomendaba un límite de revoluciones de 8500rpm
1976 fue el año de pruebas, en el que logró ganar el Rallye de los 1000 Lagos en Finlandia (con Markku Alén, al volante) y para 1977, comenzaría a forjar su leyenda, ganando cinco carreras y obteniendo el campeonato mundial de marcas. En 1978 se aligera el chasis y el motor se potencia a 230 caballos, ganando siete rallyes y obteniendo su segundo campeonato mundial de marcas y el primero de pilotos, para Markku Alén.
En 1979 solo gana un único rally, nuevamente el de los 1000 Lagos como en 1976 y nuevamente con Alén al volante, pero en 1980 volvería a obtener el mundial de marcas, por tercera y última vez, ganando además con el alemán Walter Rohrl el mundial de pilotos.
El coche sufrió diversas evoluciones y homologaciones habituales en todos los coches de rallyes, con una carrera tan larga, permaneció en activo hasta 1981 sustituido por otro modelo mítico de los rallyes, el Lancia 037 Rallye, también desarrollado por Abarth.
By MAYAM